Cuando se realiza una inversión aplicando una determinada estrategia basada en el análisis técnico, es muy importante protegerse mediante un uso correcto del Stop Loss. Para ello, es fundamental la participación activa del bróker, el cual puede por si solo colocar este tipo de órdenes o esperar el aviso del cliente si este se encuentra siempre atendiendo sus inversiones.
En la práctica, el Stop Loss es una orden enviada para cerrar una posición cuando esta alcanza determinado precio. En caso de que las cosas salgan de manera contraria a la prevista, la posición se cierra automáticamente de la manera en la que se pierde lo menos posible. El nivel al cual se coloca esta orden lo decide el inversor, es decir que el Stop Loss se establece al nivel máximo de pérdida que este está dispuesto a soportar.
Por un lado hay que elegir la magnitud del stop loss, para algunos puede corresponder al 1%, al 2% o al 5%, o bien ser expresada en pips. Muchos traders establecen el stop loss a 35 pips de la entrada. Por otra parte, hay que elegir estratégicamente en dónde colocar el Stop Loss. Por lo general, los Stop Loss van colocados ahí donde se individuan los soportes o resistencias de una tendencia, los puntos en donde ésta puede cambiar. Un buen consejo es el de establecer el Stop Loss al inicio de la estrategia y no moverlo, ya que de lo contrario la función de proteger la inversión no es desempeñada.